¡Ya estás ante la cámara! ¿Y ahora qué? Parte I
Hablaba en una anterior postal sobre algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de interpretar, aspectos, digamos, emocionales. Hoy os voy a hablar sobre aspectos técnicos de la interpretación, son pequeños apuntes, fáciles de recordar y de llevar a cabo, pero que en la práctica profesional pueden suponer la diferencia entre una actuación vistosa y otra apática.
- Las marcas no se miran nunca. Se usan para marcar la posición que tiene que ocupar el actor durante la escena. Es decir, para que te sitúes en un punto determinado donde el operador de cámara ha calculado que estarás a foco.
Pueden ser de varios tipos, las clásicas «T» como estas de la fotografía, o hechas con cinta o, con lo que sea. Como veis tienen un color muy chillón para que las veáis bien, y aquí viene el asunto; son para que las veáis, ¡no para que las miréis! En el ensayo cuenta los pasos hasta la marca, toma referencias, lo que sea, ¡menos mirar! Porque se nota, siempre se nota.
- El mito del plano general y su menor intensidad. Tal vez hayas escuchado que hay que reservarse para los planos cortos, que es ahí cuando debes darlo todo y sacar esa energía que has estado reservando. ¡Falso! Si en el general estás, digamos a un 5 de intensidad emocional, y en tu plano corto te pones al 7 te puedo garantizar que acabaremos montando el general. Seguramente hemos intentado montar el general y cambiar al corto pero ha sido imposible; en el general se te veía tan relajado, ¡y en tu plano estabas a tope! y claro, ahora no cuadra. Así pues, con todo el dolor, nos tenemos que quedar con el general. ¡No dinamites tu interpretación y danos lo mismo en ambos!
- Travelling, steady y todos esos cacharros que se mueven. Dotan a la escena de una fluidez extraordinaria. Dice Michael Caine que lo peor que te puede pasar es ser el último en hablar en un plano secuencia; estoy de acuerdo pero yo añadiría que hablar el primero en un plano en movimiento también tiene lo suyo. La razón es la siguiente, a veces el director dice ¡acción! y la cámara comienza a moverse, todo perfecto… PERO… ¡No hables antes de que comience la cámara a moverse! El operador necesita un tiempo para iniciar el movimiento, tal vez un segundo desde el acción, y si en ese segundo es justamente en el que has comenzado tu texto date por jodido. Los planos en los que arranca hablando el actor y un poco después echa a andar la cámara no son admisibles, ¡huelen a demasiado preparado! Así pues, deja que se mueve la cámara antes de empezar tú. Es cuestión de un segundo, pero te garantizas que no te van a cortar la frase.
- ¡Busca tu hueco!. Hay una premisa universal que no imagináis la cantidad de veces que he visto a actores olvidar: Si tú no ves a la cámara, la cámara no te ve a ti. Esto no significa que tengas que pisar el plano a los compañeros, ¡busca tu hueco! El verano pasado, rodando RE-EMIGRANTES con Fernando Esteso, en una toma determinada, nos regaló una lección magistral de como colocarse. Algo que los más jóvenes del reparto presenciaron con verdadero asombro. ¡Nunca lo olvides!
El gran Fernando Esteso buscando un hueco casi imposible. El director te marcará una posición, y hay que respetarlo, pero si en el transcurso de la escena ves que te has enfilado, que te tapan, simplemente, ¡busca tu hueco!
- Mecaniza tu actuación. Ya sé, ya sé que la organicidad en la interpretación es una de las cualidades más apreciadas, pero te aseguro que, o lo haces muy bien, o es la garantía casi absoluta de que tus planos van a ser excluidos del montaje. Si tienes un vaso, un mechero, lo que sea, en tus manos, ten muy presente lo que vas a hacer. Si decides que vas a usarlos para reafirmar la naturalidad de tu interpretación, adelante, ¡pero ojo, hazlo si tienes la seguridad absoluta de que SIEMPRE lo harás en el mismo momento y del mismo modo! ¿Plano general? Perfecto, bebes agua justo al decir «Creo que sigo enamorado». ¿Plano medio? ¡A por ello!, bebes agua justo al decir «Y ella no lo está de mi». Ya tenemos el drama servido. Llegamos a la mesa de montaje y… ¡Joder, no coincide! ¿La solución? Buscamos un plano de escucha de tu compañero para que encaje y… Desechamos tu plano, posiblemente extraordinario, pero que nos plantea problemas de continuidad.
Así pues, interactúa con los objetos, manotea, haz lo que quieras pero… ¡Marcatelo a fuego y hazlo siempre en el mismo punto de la escena!
En fin, por hoy no os quiero aburrir. Como dije ayer, si os gustan estos consejillos, seguiré escribiendo.
¡Silencio… Sonido… Cámara… ACCIÓN!
Muchas gracias por estos consejos… A veces se olvidan
Gracias Óscar, comparto si no te importa en mi blog de actores 😉
Encantado Aina, ¡haces un gran trabajo! Y además muy generosamente.