¿Actor? ¡Escucha, esto es lo que he aprendido de los grandes!
Esta profesión te da la ocasión de conocer a muchas personas, geniales artistas unos, y meros farsantes arrogantes sin más talento que el que ellos mismos se arrogan los otros.
De los primeros he aprendido mucho.
La profesión de actor es verdaderamente de las más duras que existen, un continuo sacrificio en pos de un sueño que solamente en contadas ocasiones ven cumplido. Vaya por delante mi admiración.

¿Y qué he aprendido de los más grandes? Lo primero que supe es que el ACTOR lo es, incluso a su pesar, es posible que la técnica le pula, pero ser, siempre lo fue, ¡y eso es una bendición envenenada! ¿Cómo abandonar una profesión que les surge de las entrañas…?
Hoy estaba reflexionando sobre esto y he pensado que, tal vez a alguno de los que están empezando el duro camino de esta profesión pudiera serle útil conocer ciertos aspectos que algunos de los maestros con los que he tenido el lujo de trabajar, me han enseñado. Ahí van.
- El público solamente va a conocer al personaje por dos sentidos: oído y vista. Trabajar el subtexto y todo esto está muy bien, ¡pero que se vea! Un leve parpadeo ha provocado más emociones en la historia del cine que millones de subtextos que nadie vio.
- Escucha, ¡escucha continuamente! Esta es la habilidad más importante para un actor. Gran parte de la actuación consiste en reaccionar, y claro está, solamente puedes reaccionar si estás escuchando. Apréndete el guión de tal modo que no necesites pensarlo, ¡así puedes dedicarte a escuchar, a reaccionar!
- Date tiempo para reaccionar. Si estás escuchando y tu personaje recibe una información determinada, analiza el texto y date tiempo para responder. ¿Qué sentido tiene reaccionar a una mala noticia al instante? ¡Nadie lo hace! Los silencios forman parte de la actuación.
- No fuerces al personaje a entrar en ti. ¡Aléjate de esos estereotipos falsos de actores usando la ropa de un mendigo para sentir como un mendigo! No es necesario. Busca al personaje dentro de ti, ¡todos tenemos un poco de príncipe y otra pizca de mendigo! No obligues a que entre en ti, esfuérzate en encontrarlo dentro de ti. Te será más sencillo y serás más auténtico, después de todo, ¡si forma parte de ti lo conocerás mejor! ¿Verdad?
Son poquitos puntos, pero en ellos radica parte de la magia de una buena actuación. Si os gustan iré apuntando más. ¡Abrazos!