Valentín Paredes, de profesión ACTOR.
Valentín pertenece a esa generación de artistas que encarnaron el paso de la vieja escuela a la actual. Y eso se nota; mi querido Valentín atesora lo mejor de ambas generaciones.
La seriedad rigurosa de mitos como Landa, López Vázquez o Bódalo y la espontaneidad, frescura y naturalidad de la siguiente generación de actores a la que «el Paredes» pertenece. Lo mejor de dos estilos distintos pero coincidentes en un punto: la calidad interpretativa.
Valentín Paredes, con su campechanía extremeña y su cariño, te gana desde el minuto cero, pero es que luego lo colocas delante de la cámara y empieza el espectáculo…

¡Qué porte, amigos! ¡Qué voz! ¡Qué capacidad para naturalizar hasta el texto más enrevesado! Y además lo hace con esa sencillez que te llena de tranquilidad, hace parecer fácil lo difícil, logra transmitir la idea de que, si está Valentín en plano, entonces funcionará.
Para completar el retrato de este conspicuo artista, añadir que su sentido del humor y su compañerismo son moneda de cambio habitual en el rodaje.
Valentín Paredes nos hizo sentir cómodos a todos. Es admirable su capacidad para, en cualquier circunstancia, siempre tener una sonrisa a punto para técnicos y actores, y a pesar de que debe estar cansado de contestar a las clásicas preguntas sobre su extraordinario trabajo en aquellas películas del denominado «cine quinqui», no deja a nadie sin su ración de historias. Y es que Valentín Paredes dibujó un espléndido «Tejas» en la ya mítica «El Pico 2», sus anécdotas son ya legendarias en la profesión, ¡pero escucharlas de primera mano de mi querido Valentín les otorga una categoría especial!
Escucharle hablar es recibir una lección magistral sobre el cine español. La familia, bien gracias de Pedro Masó, La Vaquilla, de mi adorado maestro Berlanga, Tiovivo c.1950, de Garci o la serie Mariana Pineda, con Pepa Flores (Marisol) y Hostal Royal Manzanares, con la malograda Lina Morgan, son algunos de sus trabajos en cine y televisión, simplemente impresionante.
En fin amigos, como resumen de mi experiencia con este ARTISTA, así en mayúsculas, deciros que Valentín Paredes es el actor que todo director sueña.
Qué demonios, y además es mi amigo. Uno de esos a los que se quiere porque así te lo pide el corazón.