No quiero ser recuerdo.
Desde que rodé el cortometraje dramático LA ROSA MUERTA, siempre tuve la inquietud de hacer algo más grande en el drama. Por ello y tras terminar el largometraje LA PRESENCIA (en estos momentos viajando rumbo a un distribuidor extranjero), me he planteado un viaje introspectivo con el único propósito de explorar los rincones oscuros del alma humana, aquellos donde residen amores del pasado que, de un modo u otro, un día fueron nuestro faro guía y hoy descansan en las tinieblas de nuestro espíritu.
Ahora, con mis treinta y nueve años a las puertas, sé que el amor no se acaba. Se marchitan las relaciones o, tal vez, cambian las circunstancias que un día se tornaron propicias para que aquel amor surgiese, pero morir, no; el amor nunca muere.
El título que he escogido, NO QUIERO SER RECUERDO, encierra en sí un universo de misterios. La historia que deseo contar nos habla de amores perdidos que el paso de los años ha ido sepultando bajo un manto de nuevas vivencias pero ahí sigue, incapaz de convertirse en recuerdo, espiando nuestra cotidianidad, tal vez con la esperanza de encontrar el momento para salir de su sepulcro y resucitar una llama que ni siquiera el tiempo fue capaz de extinguir.
NO QUIERO SER RECUERDO es mi nuevo reto, un largometraje en el que primaré las emociones por encima de todo. Confío en que llegue a acariciar algún corazón dolido.
Esta claro, donde hubo fuego, quedan cenizas….!
¡¡Qué lugares más recónditos son esos dónde se guardan los recuerdos!!
Comparto contigo, Óscar, el hecho de que el amor nunca muere, mas no la idea de que reside en rincones oscuros, en las tinieblas,ya que para mi el amor (sea cual sea su naturaleza) ha de residir y reside en la luz,dado que es y aporta luz.
¿Crees que podría leer alguna vez ese guión?
Un abrazo y ¡ cuídate!
Y las cenizas, a veces, merecen reavivarse…
Maybe, ¿el alma?
Ana Belén, claro que podrás leer el guión. Tan pronto lo tenga acabado te lo hago llegar. En realidad y aunque estoy de acuerdo con eso de que el amor es luz, hay amores que residen en lo más recóndito, por seguridad…
Te tomo la palabra, pero no me asustes, Óscar,… Si de veras, cumples con tu promesa y me envías el guión , te pido un segundo favor: si el final de » No quiero ser recuerdo» no es FELIZ, ingéniatelas para cambiar el último capítulo o las últimas páginas de la copia que me envíes y a mi me creas un final «FELIZ, BUENO», ¿eh?.
Ya sabes, siempre he pensado que la vida por sí misma es a veces bastante dura, incluso el Amor, por ello en el cine , en el teatro y en la literatura, que están ahí para soñar, permítamonos ser felices. Te abrazo con cariño desde la luz.
No me gustaría nada pensar que mi pareja actual esconde en «las tinieblas» un amor que no pudo ser, o no quiso ser, o fue y después se convirtió en imposible.El amor verdadero descansa en un día a día repleto de demostraciones y no en la imaginación de un pasado que, trayendolo al presente, se convertiría en algo totalmente desastroso.