La música en el cine.
Dice Enrio Morricone que la imagen y la música deben cumplir una función creativa en común, y estando básicamente de acuerdo con la afirmación del maestro, yo reformularía la sentencia para decir que la imagen y la música deben cumplir una función emotiva común. Porque eso es lo que pretende el cine, emocionar.

Se cumplen cien años de la escritura de las primeras partituras expresamente para una película. Un siglo desde que Joseph Carl Breil compusiera la banda sonora para la obra maestra de David W. Griffith EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN (1915). Una orquesta de sesenta músicos interpretaba la música mientras se proyectaba la película en Los Angeles, ¡con el único objetivo de tapar el ruido del proyector y llenar los huecos que la falta de diálogo dejaba!
Repaso mi carrera y encuentro que he tenido una suerte enorme al poder contar con excelentes artistas. En mis inicios Juan Fernández, con una sensibilidad extraordinaria, compuso momentos únicos para aquellos cortos de terror (en todos los sentidos) que perpetramos mi amigo Mario Bravo y un servidor hace más de diez años. Os dejo un fragmento de EL POZO (2005), una inquietante música para un cortometraje, cuanto menos, extraño…
Más tarde colaboraron poniendo su música a mis imágenes artistas como Antonio H. Sousa, el enorme cantante y compositor Antonio Orozco (LA ROSA MUERTA) y el polifacético Adán Latonda, que también contagió de su locura algunos fragmentos de mi cine.
Finalmente llegó a mi vida el maestro de maestros, don Raúl Grillo, un autodidacta fundador del exitoso dúo Doctor Grillo y que junto a Paco Bello, dieron a luz los trabajos PUNTO Y APARTE, TE ESCONDES, CURRICULUM VITAE, SI ROMPES LAS FAROLAS SE ENCIENDEN LAS ESTRELLAS y PRESURIZADOS; pop-Rock elaborado y con pegada.

Tiempo después de aquella aventura, el artista se centra en la composición de música para spots publicitarios, páginas web, series, cortometrajes y largometrajes.
Raúl es, sin lugar a dudas, el mejor compositor con el que he tenido ocasión de trabajar. Sensible, intuitivo y lleno de energía, razones por las que el maestro no deja de recibir elogios y encargos de todo el mundo. En LA ESPINA DE DIOS tocó mi corazón y el del público con temas tan sublimes como este, LA ÚLTIMA CENA, que en 2016, será candidato al Goya. Una delicia como podéis apreciar.
Y además es amigo. Difícil especie en esta profesión llena de hipócritas y miserables de escaso peso pero con un ego inflamado, más que inflado.
Os dejo con este tema que llena el corazón de sentimientos. Que para eso nació la música en el cine, para llenar espacios y regalarnos un alma.