El difícil equilibrio.
Somos funambulistas. En muchos sentidos pasamos la vida en la cuerda floja; emocional, económica y profesionalmente.
Nadie dijo que fuese sencillo y cómodo dedicarte a ello, esta maldita enfermedad del arte no concede tregua.
Tu vida se convierte en una gigantesca montaña rusa donde las emociones se elevan y naufragan a velocidad de vértigo. Hoy aquí, ¿mañana? Mañana es una palabra que no tiene cabida en el vocabulario de las gentes de este negocio.
Como será que, anoche, me subieron mis padres a casa los regalos de Navidad, por si acaso…
Feliz Navidad, papá, feliz Navidad, mamá, aquí sigo, dando pasos firmes sobre esta inestable cuerda de ilusiones, celuloide y amor.

No sabe usted lo bien que entiendo este post, amigo. Pero mejor eso que el caminar de los muertos vivientes al que pretendían abocarnos…