Cine y corrección política.
Vivimos en una era en la que impera esa ridícula corrección que obliga a sonreír a quien, de buena gana, mandarías a la mismísima mierda.
Pero yo es que… Es que yo no soy así.
He trabajado con excelentes actores y técnicos, no les voy a nombrar porque son muchos, peeeeero también con perfectos gilipollas, como tuve ocasión de conocer en el proyecto «La casa muerta». Particularmente, tres aprendices de actores: Jaime, Susana y Valeria, que pensaban que el cine era dormir en un hotel y estar de copas y arrumacos con los amigos.
De entre los técnicos, varios, una maquilladora, de nombre alemán aunque española, más amiga del canuto que de la brocha y un sucedáneo de eléctrico, que se decía director de foto…. El tal mamarracho, hablaba maravillas de sí mismo y no fue capaz de iluminar un maldito set en condiciones una sola vez. Todo ello, naturalmente, aderezado con una pereza crónica y un carácter de aficionado muy distante de un verdadero profesional. Que Dios te tenga donde mereces, Alberto López Palacios…
Un servidor, que lleva dieciséis años entre cámaras y cables, acostumbra a vérselos venir y es que, como norma, la mediocridad suele ir acompañada de engreimiento. Por fortuna, todos los nombrados andan comiendo mocos en la profesión.
Mala combinación, pero es que ellos… Son así.
Albertito… Alberto Lopez Palacios, ¡si ya le conocemos en la profesión! Un farsante con un curriculum inventado y al que muchos dentro del mundillo le tienen ganas.
¡Cuanto me alegra ver que el tal individuo ya va recogiendo la cosecha merecida!
Alberto Lopez Palacios, nada de Albertito, llegó el momento de ponerle nombre y apellidos a este farsante.
Lamentable lo de Albertito. De sobras conocido en la profesión. Desgraciadamente, sigue engañando y este verano hizo una pelicula. Gracias a dios, aunque tarde, se dieron cuenta y lo calaron el productor, director, etc…pero es que hay que ser gilipollas con los antecedentes que tenia. Poco a poco , va teniendo una ( por fin) auténtica bobina…aunque de pena, sigue siendo malo, muy malo…ya que piensa que es un maestro de la luz.