Localizando en Chantada.
Acompañado de Paz Yáñez, mi segunda de a bordo, Marta Fenollar y algunos actores, el productor ejecutivo, Mario Vilaseco, nos ha mostrado diversas localizaciones que podrían encajar perfectamente en la historia de «El testamento».
Chantada es un sitio extraño. Sus calles mezclan el encanto del mundo antiguo con lo moderno, el Miño acaricia su entorno y la vida transcurre bajo otros parámetros del espacio-tiempo (como en las sucursales de Correos de Madrid, por ejemplo).
Y al final lo hemos encontrado.
Ya tenemos en torno al 80% de la película localizada, ahora falta el visto bueno del director de producción, Mikel Nieto y nos lanzamos a la piscina.
Al anochecer hemos leído la nueva versión de «El testamento», retocada a marchas forzadas durante más de diez días por Guillermo y por mí.
Mario ha quedado encantado. Y con él, yo.
Antes de regresar a mi turbio Madrid, una estupenda ruta a bordo de una potente fueraborda, Miño abajo, ha colmado el vaso de los anhelos.
