El testamento.
Llevo días enfrascado en la escritura y revisión del guión de mi largometraje coral, «El testamento».
Aprovecho la canícula para darle vida al padre Aurelio, don Pío, Curro…
Y tengo un presentimiento…
Todo está saliendo muy bien, todo está fluyendo, me siento cómodo, ni siquiera tengo que esforzarme demasiado, me he limitado a crearles y ahora son ellos los que me dictan sus diálogos.
Gracias a Dios, este año he venido con mis padres de vacaciones a Benidorm y vistas las opciones de ocio del sitio (anoche acudí al bar que regenta María Jesús y su acordeón), me sobra tiempo para escribir.